Marcos Blanco mete el champán en la nevera

Marcos Blanco mete el champán en la nevera
Ribadumia y Villalonga disputaron un partido muy igualado que debió ser un empate, pero Marcos Blanco lo evitó en el 94 | Gonzalo Salgado

Un golazo de falta de Marcos Blanco en el minuto 94 dio la victoria al Villalonga ayer en A Senra en el derbi. Un triunfo que deja a los celestes en disposición de disfrutar la próxima jornada de la primera de las seis oportunidades que tendrá de cantar el alirón. Si el equipo celeste gana en San Pedro el domingo al Areas y el Valladares no gana en Velle, el equipo de Luciano González estará ascendido a falta de cinco jornadas.


La cara opuesta es el Ribadumia, que perdió un partido en el que mereció puntuar. Las derrotas de Antela y Barco le mantienen fuera de la plaza de descenso por arrastre, pero su situación sigue siendo compleja. Ayer dejó buenas sensaciones y el gol al final fue un duro castigo. Cosa de dinámicas y, también es cierto, de la calidad del jugador más diferencial de la liga: el pichichi Marcos Blanco.

 


Salió mejor el Ribadumia en los primeros instantes, dominando y llegando ante un rival que tuvo que recomponer su defensa por la baja de Wachi, que se une a la de Diego Abal.
Dos caídas polémicas en el área visitante, de Manu y Portas, despertaron las primeras protestas en las concurridas gradas de A Senra. El propio Manu, con una vaselina que se quedó corta, tuvo la primera ocasión del derbi. 

Derbi
Muchos aficionados del Villalonga se desplazaron al campo de A Senra, donde se vivió un buen ambiente / Gonzalo Salgado


El líder, la primera vez que llegó, golpeó de forma certera. A los trece minutos, tras una combinación de derecha al centro que acabó finalizando Álex Rey, que marcó de disparo desde la frontal pegado al poste izquierdo de la portería de Pazos. El 0-1 provocó una pequeña disputa dialéctica entre aficionados de ambos equipos en la grada. Aunque el partido se paró unos instantes, la trifulca no fue a mayores.
El Ribadumia empezó a dar avisos. A la media hora la tuvo Manu, con un disparo entrando en área desde la derecha, excesivamente cruzado. A continuación fue Presas el que desaprovechó con su control un buen centro desde la derecha al segundo palo. El Vilalonga, con espacios en transición, también dio un susto. De hecho perdonó el 0-2 en el minuto 35 en una acción en la que llegó Juan Barbeito y su disparo golpéo en un defensa y le quedó franco en área a Álex Rey, que finalizó abajo con la izquierda pero salvó Pazos con una buena estirada.

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Antón y Eloy, dos canteranos del Arosa, protagonizaron un bonito duelo en la segunda parte / Gonzalo Salgado

 


El Ribadumia encontró su premio antes del descanso con el 1-1. Llegó en un córner lanzado por Portas y cabeceado por Cheri en el primer palo. Buena estrategia y mejor ejecución.


Al inicio de la segunda parte la polémica se trasladó al área local con una caída en una pugna entre Marcos Blanco e Iván Caride en la que los celestes pidieron penalti pero el árbitro dejó seguir. El derbi mantenía un pulso en cuanto a iniciativa en el juego, con los dos equipos queriendo estirarse y buscar el gol, por lo que el partido estuvo abierto. 


En el minuto 67 los celestes tuvieron una ocasión a balón parado. Lanzó el córner Álex Rey y cabeceó en el primer palo el central Nico, pero el balón lo repelió el larguero evitando el 1-2.  A partir de ahí el Villalonga ya contemporizó mucho más, esperando en su campo con las líneas juntas, invitando al Ribadumia a desplegarse para tratar de engancharlo al contragolpe. 

A Senra
Nadie se movió de su asiento en  A Senra, donde el desenlace fue cruel para los locales y el preámbulo de la fista del ascenso celeste / G. S.


Los minutos fueron pasando sin que los locales fuesen capaces de generar peligro a través de su dominio, y el líder no encontraba las opciones de dar un zarpazo. El derbi se encaminaba irremediablemente hacia el empate. La última del partido de los locales fue en el 89 en un córner al segundo palo que cabeceó forzado el central Martín y el balón dio en la parte superior del larguero. 


El Villalonga dio un paso adelante en los últimos instantes. Consiguió empujar y meter a los locales en su área en el tiempo de aumento, generando opciones a balón parado. Y fue así como llegó el gol de la victoria. En una falta en la frontal. La ejecutó Marcos Blanco en el minuto 94 salvando la barrera y dejando inmóvil a Pazos. Un golazo con la zurda, el decimonoveno del pichichi de la categoría. Los visitantes celebraron la victoria como casi un alirón anticipado. 

Eloy
Gus hizo u gran trabajo en  el equipo aurinegro / Gonzalo Salgado

 

Ficha técnica:

Ribadumia:  Roberto Pazos, Iván, Martín, Eloy, Antón (Pei, min. 80), Gus, Cheri, Iago Portas (Brais Bernández, min. 80), Presas (Álex Lima, min. 64), Diego y Manu Sánchez (Bugallo, min. 92).
Villalonga: Rodri, Juan Barbeito, Nico, Jesús Barbeito, César, Tomás Abelleira, Álex Rey, Moncho (Rachu, min. 61), Marcos Blanco, Eloy y Héctor (Cavani, min. 72).
Goles:  0-1 Álex Rey (min. 13); 1-1 Cheri (min. 41); 1-2 Marcos Blanco (min. 94).
Árbitro: Millán Montero. Amarilla a Moncho, Álex Rey, Tomás Abelleira, Rachu por los visitantes.

 

 

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