Ribeira despidió entre lágrimas a la joven víctima del crimen machista en Palmeira

Ribeira dio a media tarde de ayer su última despedida entre lágrimas, en la iglesia y cementerio parroquiales de San Paio de Carreira, a la joven Andrea Melithza Yturry Alave, que falleció en la tarde del pasado martes a consecuencia de las graves heridas por arma blanca que sufrió en varias partes de su cuerpo y que presuntamente se las ocasionó su expareja, Jhul Principe Casahuaman, que fue detenido por esos hechos. De hecho, cabe recordar que fue él quien pasadas las cinco de la tarde del pasado 19 de marzo llamó a su familia para comunicarle que acababa de matar a la joven y anunciaba que se iba a suicidar, lo que motivo la movilización de un amplio despliegue policial, así como de los servicios de emergencias y sanitarios.

A las exequias fúnebres en Carreira por la muchacha de 24 años asistieron varias decenas de personas, entre las que se encontraban representantes de la corporación municipal de Ribeira, como el primer teniente de alcalde, Vicente Mariño, y la concejala de Economía e Facenda, así como la portavoz del PP, Mariola Sampedro, y su compañera de grupo Ana Barreiro. Igualmente, había representación de los órganos directivos de la compañía conservera Jealsa, en la que trabajaba la joven asesinada presuntamente a manos de su expareja, así como compañeras en la factoría de O Bodión, y representantes de diferentes entidades, como fue el caso de las de carácter benéfico Cáritas Parroquial de Ribeira e ICE Renovación. 

Los restos mortales de Andrea Yturry fueran trasladados inicialmente a primera hora de la noche del martes hasta el Hospital Provincial de Conxo para practicarle la autopsia, algo que tuvo lugar a partir de las cuatro de la tarde del día siguiente y regresaron a Ribeira en torno a las nueve de la noche y se montó la capilla ardiente en el Tanatorio do Barbanza de la empresa Pompas Fúnebres del Noroeste, por donde pasaron cientos de personas para trasladar sus condolencias a la familia de la muchacha asesinada. Después de salir el ataúd con los restos mortales a media tarde de ayer del tanatorio, tuvo lugar el funeral, que dio comienzo a las seis y media de la tarde en un templo lleno de gente, y seguidamente fue enterrada en el camposanto carreirense.

Concentración de repulsa en Palmeira

Una hora después del entierro, en las inmediaciones de la iglesia parroquial de Palmeira, a pocos metros de la vivienda de la Rúa Doutor Torres en la que se produjo el crimen machista, se celebró una concentración, al igual que en otras localidades gallegas, para condenar el asesinato de Andrea Yturry, que fue el primer crimen machista de este año en Galicia, y que estuvo promovida por el colectivo Mulleres en Acción do Barbanza, en el que se leyó un manifiesto de la Marcha Mundial de las Mujeres ante el "feminicidio" de este martes en Ribeira, y que contó con la asistencia de unas 300 personas. Esa lectura comenzó indicando que "desde o feminismo galego activamos o noso protocolo de alarma, que ten como obxectivo dar unha resposta contundente que se materialice en mobilizacións en repulsa da violencia machista por todo o país. Desde o ano 2010 son máis de 70 as mulleres asasinadas en Galicia, e hoxe volvemos estar na rúa parar condenar outro crime".

En ese manifiesto se arremetió contra las instituciones, de las que se dijo que en la práctica poco hacen para combatir la violencia machista, y que se refirió como "parte das violencias que sufrimos, un sistema que non actuou contra o feminicida". "Xa non queremos minutos de silencio, nin loito, queremos xustiza, acabar coas políticas criminais que acaban coas nosas vidas, co noso dereito a vivilas", se indicó durante la concentración, por lo que se exigió que la ley sea efectiva y que haya recursos suficientes para abordar este problema y un compromiso real para acabar con el "terrorismo machista". Y agregó su exigencia para que la Justicia "deixe de servir ao patriarcado, que non deixe a máis violadores libres por ter cartos e que deixe de ditar sentenzas contra as mulleres que sofren violencia".

"Non podemos normalizar os feminicidios sen que pase nada. Ante cada novo asasinato hai cada vez máis indiferencia e atopamos por parte das institucións e dunha gran parte da sociedade unha simple declaración ritual como se fose inevitable", indicó Marisol Guevara durante la lectura del manifiesto, y remató preguntando a cuantas las tienen que matar para que este sea un problema social y político de primer orden. "Hoxe tomamos a rúa por Andrea Yturry para responder á violencia que sufrimos as mulleres e a súa máxima expresión, o feminicidio. Somos e seremos o berro das que non teñen voz e non queremos máis xestos nin minutos de silencio, porque a pasividade institucional é cómplice da violencia machista". El acto concluyó con el grito "Querémonos libres e querémonos vivas. Por Andrea Yturry e por todas, seguiremos en marcha ate que todas sexamos libres".